viernes, 28 de agosto de 2015

CHRISTIAN DIOR





Christian Dior

“Esto sí que es realmente New Look”. Esas fueron las palabras de la periodista Carmel Snow tras ver el primer desfile deChristian Dior, un joven tímido y de maneras impecables. Aquella colección llevaba por nombre Corolle y estaba destinada a cambiarlo todo. El mundo acababa de salir de la II Guerra Mundial y costaba sacudirse el gris de los uniformes militares y el peso de los materiales gruesos y rígidos. Entonces llego él. Quienes vieron aquel show del 12 de febrero de 1947 rememoran: “Ante nuestros ojos empezaron a desfilar aquellas mujeres, rápidas, teatrales, exagerando el gesto, envueltas en kilómetros de tejido, con cinturas de avispa y hombros redondeados… ¡y aquellos tejidos! ¿De dónde salían? Mientras, las mujeres, arropadas en sus modestas chaquetas cuadradas y faldas rectasaplaudían enfebrecidas cada modelo”. Aquello supuso un nuevo soplo de feminidad y elegancia para el mundo y Christian Dior se convirtió en uno de los mayores -y más rentables- emblemas de Francia

Diez años después, el modisto murió súbitamente de un ataque cardíaco. El encargado de sustituirle será un jovencísimo ayudante suyo; Yves Saint Laurent. Saint Laurent, con tan sólo 21 años, mantuvo la elegancia y la opulencia heredadas de su mentor pero descargó peso y añadió ligereza a las prendas. Sin embargo, llegaron los años sesenta y, con ellos, aires de cambio y revolución, algo que parecía no encajar dentro de los rígidos esquemas mentales de los acomodados seguidores de la maison. Bajo la proclama “¡Abajo el Ritz, viva la calle!”, Saint Laurent presentó su última colección para Dior en 1961, un homenaje a los estudiantes de la Rive Gauche –el París más bohemio y revolucionario– en el que introducía chaquetas de cuero y minifaldas. La propuesta se vivió casi como una ofensa nacional y aprovechando el llamamiento a filas del modisto de origen argelino, éste fue sustituido por Marc Bohan, mucho más conservador y relajado. Dior entraría entonces en unperiodo de calma y continuismo

Bohan se mantuvo al frente de la empresa, en modo crucero, casi treinta años hasta que en 1989 Gianfranco Ferré es designado director creativo de la firma. Como publicó Vogue España en aquel año, no se trataba de la toma de la Bastilla, “pero casi” . Por primera vez, un italiano se ponía al frente de la gran casa de moda francesa, todo un orgullo nacional. Gianfranco Ferré modisto y arquitecto, renunciaba entonces a su propia firma y sentenciaba, ante la pregunta de si su primera colección para la firma sería más Dior o más Ferré: “¿Quizá quiera preguntarme si me dejaré influir por el fantasma de Christian Dior? No; será una colección de Ferré hecha para Dior”. 

El 20 de enero de 1997, en el Gran Hotel de París, el inglés John Galliano toma las riendas en el cincuenta aniversario de la firma. El gibraltareño presenta una colección que actualiza el legado de Dior con suntuosos trajes de gala, corsés y, sobre todo, mucha mezcla de culturas. La prensa, unánimemente aplaude la propuesta. Tras más de diez años de éxitos en Dior -hizo desfilar a Kate Moss cuando sólo tenía 16 años; y especialmente memorable fue su colección de Alta Costura para el otoño-invierno 2009-, en marzo de 2011, unas poco afortunadasdeclaraciones antisemitas del modisto en un bar parisino provocan el despido de Galliano. La casa queda decapitada y en busca de sucesor. Un año después, Raf Simons, que venía de triunfar en Jil Sander, es nombrado director creativo de Dior. La conceptualización y modernización del legado de Christian Dior son las bases sobre las que se sustenta la propuesta de Simons. Sidney Toledano apunta en El País: “Siempre supe que Simons y Dior iban a encajar. La alquimia debe funcionar. Un diseñador puede tener todo el talento del mundo y no ser bueno para una marca, pero este es el inicio de una nueva era”.

Son casi incontables los logros y los emblemas creados por la legendariamaison francesa en sus más de sesenta años de vida. La silueta bar, consistente en chaquetas de cintura estrecha pero con volumen en la cadera, la pata de gallo que Dior incluyó por primera vez en un vestido mientras trabajaba para Robert Piguet en 1938, el cannage o las flores son algunos de los rasgos que componen la estética de la firma. Precisamente la pasión de Mr. Dior por las flores se materializó en la creación de perfumes que lanzó de manera simultanea a su primera colección de moda en 1947. Según Florence Müller, comisario de la muestra Inspiration Dior: “Christian Dior se consideraba tanto modisto como perfumista. Tenía la firma convicción de que un vestido sólo estaba acabado si iba acompañado del perfume apropiado”.

Mención aparte merece la incursión de la casa Dior en la moda masculina bajo la etiqueta de Dior Homme, otra auténtica revolución sólo comparable a la delNew Look propiciada por Christian Dior a finales de los años 40. Si previamente, las colecciones masculinas de Dior llevaban la etiqueta de Dior Monsieur, en 2001, con la llegada de Hedi Slimane a la firma, surge el denominado “nuevo hombre” Slimane, que se caracteriza por una silueta slim y andrógina, muy ceñida al cuerpo y muy emparentada con la estética rock.

Sobre la influencia de la música en su trabajo, Slimane confirma: “Desde los 60's con YSL, hasta los 80's de Gaultier; desde el rock hasta la street culture, la influencia de la música en la moda es enorme”. El francés, gran aficionado a la fotografía, abandona la marca unos años después para centrarse en su faceta fotográfica. “Asumo que dejé la moda porque necesitaba poner las cosas en perspectiva, pero seré feliz de volver cuando llegue el momento”. Su sucesor, Kris Van Assche presenta una primera colección primavera/verano 2008, con la pretensión de continuar con el legado de Slimane, tanto en lo que a forma como a colores se refiere.


“El estilo es una forma de decir quién eres sin tener que hablar.”
“Ninguna mujer con clase es esclava de la moda.”
“Las mujeres no llevan lo que les gusta. Les gusta lo que llevan.”
“El perfume de una mujer dice más de ella que su letra.”
“El entusiasmo por la vida es el secreto de toda belleza. No existe belleza sin entusiasmo.”
“Plegarse a las difíciles leyes de la elegancia y la cortesía es el modo de adquirir disciplina con uno mismo y de llegar a un acuerdo con el mundo de los demás y de las cosas.”

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